xoves, 18 de marzo de 2010

Escoitando a Calamaro na praia de Llas

Onte pola tarde tiña ganas de escoitar a "El cantante", Andrés Calamaro en esencia, e fun ata a praia de Llas para repoñer forzas e disfrutar deste arxentino que sabe como cambiarme o ánimo ó seu antoxo: alegría, desengado, xenio, melancolía, enerxía... Coa súa voz rasposa e o seu estilo inconfundible fíxome regresar cun sorriso "canalla" e moitas máis ansias de comer o mundo. Aquí vos deixo un extracto do blog da xira deste pasado 09 onde fala do concerto máis alucinante ó que asistín nos últimos tempos. Para mín foi trepidante, dúas horas fantásticas nas que saltei sen parar, como unha adolescente.

Concierto en Santiago de Compostela (15 de octubre)

Nueve de Octubre. Tendría que revisar mis diarios de los últimos dos años para encontrar un concierto tan bueno como el de anoche. El Salmón, en su más lúcida y sentida expresión Cantó como nunca. En Santiago escuchamos a un Andrés tremendamente inspirado, fraseando con mucho detalle, articulando con mucho sentimiento cada palabra, cada silaba, cada susurro, poniendo sensibilidad y Arte en los mil significados de cada canción. Cantando como nunca.

Serían las meigas, o que Julieta y Charito estaban también sobre las tablas, o que la banda suena como nunca, o que los tequilas o el licor café o el marisco o lo que fuera puso sobre el escenario una inspiración especial. Tampoco faltó el sentido del humor cuando Andrés comentó que esperaba que esta noche no se terminaran las cervezas y que éstas fueran a gusto de todos.

Terminamos con Paloma y dejamos el escenario con el publico coreando un muy emotivo “A Rianxeira” considerado como un himno gallego, un poema musicado por Anxo Romero Loxo, en pleno ataque de morriña cuando emigró Buenos Aires en los años 40. “Ondiñas veñen, ondiñas veñen e van…

Viajar a Galicia es siempre una alegría. El casco antiguo de Santiago es uno mis lugares favoritos para pasear, ejercer de turista y comer el mejor pescado que sólo se puede degustar aquí para después terminar en alguna terraza con una buena novela (El mal de Montano) y seguir paseando lentamente hasta el hotel para rematar con una siesta bíblica.

Quizá el momento más divertido de una gira sea el camerino justo después del concierto. Después de la emoción de las canciones, de los nervios, de los aplausos, del miedo escénico, del esfuerzo y la concentración y la ovación; llegan los abrazos, las risas, los chupitos, los brindis, la satisfacción, el triunfo de las canciones sobre la vida. Los comentarios son cortos pero intensos. Andrés y Tito decián que Buenos Aires fue (tal vez lo siga siendo) la ciudad más poblada de Galicia.

2 comentarios:

  1. ¡Hola! ¡Cuanto tiempo! Me gusta el susurro pegajoso de Calamaro y su desenfado (también agradezco que al cantar no tenga acento argentino), pero su estética está demasiado calculada, como si necesitara una madre siempre a su lado, no sé, necesita que le asesoren para sus trapitos. Me quedo con la virilidad romántica en peligro de extinción, en fin... de todos modos me gusta su música y la puesta en escena... eiii! yo también estuve en ese concierto saltando.
    Oye, te he visto en la historieta de ignacio, o eres una cachonda o ya me contarás... para mí que el pocre está un poco pasado. Saludos desde la ría más hermosa del mundo.

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  2. ola cruz cmo xe vai todo!estrañote

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