Hoxe que volto ó fogar, nunha tarde fría e dourada, despois da choiva, despois de 200 kms en coche, cansa e case sen folgos, quero enredarme un pouco lembrando ó xenio de Rubén Darío, prócer de todo Modernismo, traendo á memoria un anaquiño dos seus versos "Autumnales", que tanto me fan pensar en temps jadis; con gusto exquisito, como só el sabe fiar palabras en versos para que a música ecoe no tempo.
En las pálidas tardes
Yerran nubes tranquilas en el azul;
en las ardientes manos
se posan las cabezas pensativas.
¡Ah los suspiros! ¡Ah los dulces sueños!
¡Ah las tristezas íntimas!
¡Ah el polvo de oro que en el aire flota,
tras cuyas ondas trémulas se miran
los ojos tiernos y húmedos, las bocas inundadas de sonrisas,
las crespas cabelleras
y los dedos de rosa que acarician!
[...]
Ningún comentario:
Publicar un comentario